Montserrat

El último fin de semana fue de tres días y aprovechamos para airear nuestras piernas por los bonitos parajes de Montserrat. A parte de alguna excursión y de respirar el aire de los alrededores del monasterio, hay que destacar dos actividades.

El viernes remontamos esta trabajada vía ferrata que regala unas fabulosas vistas y que finaliza en el mirador de Sant Jeroni, ante la atónita mirada de los turistas. Dejamos el coche en Santa Cecilia y subimos un pequeño trozo del “canal del mejillón” dando lugar a un comienzo erróneo, el cual rectificamos a tiempo, para dar paso a las primeras grapas de la vía. Con una pausa en la cima de Santa Cecilia, que marca la mitad del camino, recorrimos el segundo y ultimo tramo, con una chimenea final que nos obliga a agudizar nuestros sentidos. Una vez acabada y después de reponer fuerzas, iniciamos el descenso por la canal de Sant Jeroni para llegar de nuevo a los coches.

El domingo tocó escalada de vías largas y el “gorro frigi” fue el escenario ideal. La vía Joan Marc, graduada con un III, fue la elegida para realizar la iniciación en este tipo de escalada. Dejamos los coches en el monasterio de buena mañana, cuando todavía se respira paz, y empezamos a subir por el camino que lleva a Sant Jeroni. Una niebla en forma de alfombra de algodón, ocultaba los pueblos situados al pie de la montaña. A mitad de camino nos desviamos para llegar al pie de la vía donde iniciamos los primeros ensayos. Ya con las ideas claras empezamos a subir. Montar y desmontar reuniones. Ahora aseguro con el reverso, ahora con el shunt, ahora con el gri-gri. Las probaturas se fueron sucediendo una detrás de otra en un vía preparada para ello ya que la graduación así lo permite. Al final coronamos el gorro sin problemas y con la sensación de querer más. Seguramente no será la última de este estilo. Dejo la reseña sacada de El balcó de la lluna